La ONU reitera: es necesario consumir menos carne
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El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU publicó un nuevo informe con recomendaciones a los países para lograr el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 °C. Y una recomendación clave es: reducir el consumo de carne y lácteos y consumir más proteína a base de plantas.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático publicó un nuevo informe en abril que proporciona una revisión exhaustiva de las estrategias que se necesitan con urgencia para evitar los peores impactos climáticos y mantener el calentamiento por debajo del objetivo de 1,5 °C establecido por los países en el Acuerdo de París. El informe insta a transformaciones rápidas en todos los sistemas, incluidos nuestros sistemas alimentarios, para lograr reducciones profundas en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): 43 % en los próximos 8 años.
El imperativo de reducir las emisiones de GEI puede no ser nuevo, o el de reducir el consumo de carne, esta recomendación ya la había hecho la ONU antes, pero el énfasis de dicho Panel en transformar nuestros sistemas alimentarios y cambiar a dietas más basadas en plantas para evitar una catástrofe climática sí lo es.
El informe, redactado con contribuciones de 280 científicos, enfatiza la necesidad de cambiar a "dietas saludables, sostenibles y equilibradas" para aprovechar todo el potencial de mitigación del sistema alimentario.
Las dietas ricas en proteína animal no solo impactan en el aumento de la temperatura global a través de las emisiones totales que libera su producción, sino que también contribuyen al uso ineficiente de la muy limitada tierra cultivable del planeta.
La tierra se utiliza para cultivar y alimentar a los miles de millones de animales de granja que se crían cada año, lo que tiene un impacto negativo en los ecosistemas y la biodiversidad. Por ejemplo, el informe “Daños colaterales” que publicó nuestra oficina de Estados Unidos, documentó el uso intensivo de pesticidas tóxicos asociados con el cultivo de cultivos forrajeros en los EE. UU.
Se pueden lograr reducciones significativas de emisiones al cambiar a una dieta menos excesiva en carne para reducir la cantidad de animales de granja. De hecho, el informe otorga una confianza estadísticamente alta a la afirmación de que "las dietas ricas en proteínas vegetales y bajas en carne y lácteos están asociadas con emisiones de gases de efecto invernadero más bajas", y afirma:
“Un cambio a dietas con una mayor proporción de proteínas vegetales... podría conducir a reducciones sustanciales en las emisiones de GEI. Los beneficios también incluirían la reducción de la ocupación de la tierra y las pérdidas de nutrientes en el medio ambiente circundante, mientras que al mismo tiempo brindan beneficios para la salud y reducen la mortalidad por enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta”.
Este último informe del IPCC se suma a la abrumadora ola de voces científicas que nos dice que la producción intensiva de carne y lácteos es mala para el planeta y que la solución es comer más proteínas vegetales.
También se suma a las voces y la evidencia científica que alertan sobre los peligros para la salud pública de las granjas industriales. En el Día Mundial de la Salud de este año, World Animal Protection publicó un reporte que alertaba sobre los 5 peores impactos de las granjas industriales.
¿Te gustaría tomar acción?
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El informe, redactado con contribuciones de 280 científicos, enfatiza la necesidad de cambiar a dietas saludables, sostenibles y equilibradas para aprovechar todo el potencial de mitigación del sistema alimentario.