Sintiencia animal

Los animales tienen sus propias preferencias, deseos y necesidades. No siempre podemos saber cuáles son esos deseos o necesidades. Pero sí podemos usar nuestro conocimiento de la sintiencia animal para monitorear y medir sus estados emocionales, para así asegurarnos de evitar causarles dolor y angustia.

Cuanto más aprendemos sobre la mente de los animales, más difícil es justificar las prácticas que usamos que les causan sufrimiento. También es más difícil olvidar que los animales también pueden y quieren sentir emociones y experiencias positivas. Ellos, como nosotros, quieren sentirse bien.

Quieren hacer cosas que disfrutan; quieren ejercer control sobre sus propias vidas, tener opciones, jugar, sentirse saciados y cómodos, resolver problemas, emocionarse y buscar el consuelo de los compañeros.

Estas cosas les importan a los animales, y nos importan a nosotros. 

Nuestra comprensión de la sintiencia animal varía según la especie, ya que algunos grupos de animales, como los mamíferos, han recibido mucha más atención que otros.

Especies de vertebrados

Sabemos que todas las especies de vertebrados son sintientes y que aunque algunos grupos, como las aves, han desarrollado estructuras cerebrales diferentes a las nuestras, todavía tienen lo que necesitan para procesar experiencias y sentir emociones. De hecho, los pollos demuestran empatía y las urracas parecen sentir tristeza.

Reptiles y anfibios

Otros grupos de animales, como los reptiles, los anfibios y los peces, a menudo se descartan como seres de sangre fría e incapaces de sentir. Esto simplemente no es cierto. Como vertebrados, poseen los requisitos fisiológicos y neurológicos para las experiencias conscientes, y su comportamiento indica que no solo pueden sentir, sino que sus sentimientos son importantes.

Invertebrados

Más allá de los vertebrados, los científicos también están descubriendo más sobre la vida subjetiva de los invertebrados.

La investigación muestra evidencia considerable de una amplia gama de habilidades cognitivas en insectos, así como evidencia de importantes rasgos de sintiencia, que incluyen estrés, pesimismo y emoción.

Numerosos estudios han explorado si los cefalópodos, como los pulpos y los calamares, y los crustáceos decápodos, como los cangrejos y las langostas, pueden sentir estados importantes como el dolor y el miedo. La evidencia es clara, estos invertebrados pueden no tener la misma anatomía y estructuras cerebrales que los mamíferos, pero son sintientes y pueden sentir una variedad de emociones y experiencias. 

Nuestro trabajo eleva el bienestar animal a un tema prioritario de importancia mundial. Aunque para comprender verdaderamente las perspectivas de los animales y garantizar que las personas escuchen sus voces, aumentar la comprensión del público sobre la sintiencia animal es crucial para el éxito.

Los animales tienen necesidades y emociones en torno a la comodidad, el compañerismo y la libertad; pueden experimentar tanto dolor físico como psicológico.

Ya sea que estemos trabajando para terminar con las granjas industriales o para detener el cruel comercio de vida silvestre y las industrias del entretenimiento con animales silvestres, medir y comprender la sintiencia es vital para mover a las personas a cambiar su comportamiento.

Los científicos ahora tienen una amplia gama de herramientas para medir y comprender la vida emocional de los animales, y estas pueden usarse para garantizar que los animales tengan la vida que merecen. Por ejemplo, podemos decir mucho sobre cómo se sienten los animales a partir de sus posturas corporales y su comportamiento. La neurociencia nos muestra cómo algunas especies han desarrollado diferentes estructuras cerebrales para procesar emociones como el dolor, el miedo y la alegría.

La ciencia de la sintiencia animal también está descubriendo las notables habilidades de diferentes especies. Los científicos siguen aprendiendo cuán complejas son las vidas emocionales de los animales.