¿Qué hay en tu plato de comida?Investigaciones revelan cómo el proveedor de carne más grande del mundo contribuye con la deforestación ilegal en Brasil
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Sin sospecharlo, clientes en toda América Latina y España están comprando alimentos obtenidos de métodos de producción inhumanos y perjudiciales para el clima utilizados por la empresa de producción de carne más grande del mundo, según revela una nueva investigación de World Animal Protection y Repórter Brasil.
El conglomerado de granjas industriales, JBS, el cual provee carne a las marcas líderes de supermercados, vendedores al por mayor y comidas rápidas globales – incluidas KFC, McDonald's, Burger King, Carrefour, Popeyes, Costco y Nando’s – utiliza una compleja red de intermediarios para esconder sus compras de alimento animal producido por granjeros involucrados en tomas de tierra ilegales y destrucción de hábitats silvestres.
Fotografía: Luiz Claudio Marigo / naturepl.com
Nuestra investigación SACANDO PROVECHO DE LA CRUELDAD Y MATANDO A NUESTRO MUNDO detalla cómo JBS, con sede en Brasil, intenta encubrir su excesiva huella de carbono al:
- Comprar de cultivos forrajeros cultivados en tierras prohibidas apropiadas por los agricultores.
- Participar en el blanqueo o lavado de cereales para ocultar su papel en la destrucción del medio ambiente.
- Hablar de labios para afuera o manipular reglas y directrices nacionales e internacionales para anteponer las ganancias a la sostenibilidad, el cambio climático y el bienestar animal.
- Suministrar conscientemente productos de granjas industriales producidos de manera poco ética a clientes comerciales internacionales a través de su propia marca, Seara.
- Poner en peligro el esfuerzo de Brasil por alcanzar la deforestación cero para 2030.
El lavado de granos: enmascarando la destrucción
Los investigadores rastrearon la soya cultivada por agricultores que arrebataron tierras a una comunidad brasileña. Luego, el grano se transportaba a una de las 43 plantas procesadoras de pienso de JBS Seara a través de un tercero, Bunge, mediante el llamado blanqueo o lavado de granos, que hace pasar la soya y el maíz cultivados ilegalmente como legítimos.
Como se ilustra en el infográfico, el pienso terminó en las granjas industriales de JBS donde millones de animales sintientes, incluidos cerdos y pollos, son cruelmente enjaulados, sobrealimentados, medicados con antibióticos para evitar enfermedades y luego sacrificados a escala industrial.
Los productos cárnicos resultantes son transportados alrededor del mundo a millones de consumidores y negocios que no sospechan, lo cual deja una gran huella de carbono y crueldad.
Entre las marcas globales que venden productos cárnicos poco éticos de JBS se encuentran Aldi, Ali Baba, Asda, Burger King, Carrefour, Costco, Lidl, McDonald's, Nandos, KFC, Popeyes y los principales supermercados del Reino Unido: Asda, Morrissons, Sainsburys y Tesco.
Las marcas de productos de JBS incluyen Moy Park, Pilgrims, Primo, Seara y más. Puedes encontrar una lista completa por ubicación aquí: https://jbsfoodsgroup.com/our-brands.
La meta de Brasil de detener la deforestación está fuera del alcance
Los prístinos ecosistemas de Brasil están en la primera línea del ataque de los cultivos para los animales de granjas industriales. Se encienden incendios deliberadamente para limpiar la tierra, lo que alimenta el cambio climático al liberar carbono a la atmósfera. Si no se hace nada, el plan de Brasil para detener la deforestación para 2030 fracasará.
Además de enjaular a millones de animales, el modus operandi de JBS inflige una inmensa crueldad a los animales silvestres. La destrucción del Cerrado, el área que investigamos, aumentó dramáticamente en los primeros seis meses de este año. El Cerrado es el hogar del 5% de los animales del planeta (incluidos jaguares, osos hormigueros, ñandúes, tapires y armadillos) y árboles y plantas poco comunes.
Fotografía: World Animal Protection/Réporter Brasil/Fernando Martinho.
Jacqueline Mills, Jefa de Campaña de World Animal Protection, dice:
JBS es uno de los mayores productores de alimentos del que los compradores probablemente nunca hayan oído hablar, aunque todos necesitamos saber sobre la crueldad y devastación que causa. La evidencia que hemos descubierto expone prácticas poco éticas y dañinas dentro del sector de producción de carne, y esto debería preocupar a todos porque empresas como JBS quieren expandir sus métodos devastadores a nivel mundial.
Las granjas industriales son la fuente de la mayor crueldad hacia los animales en el mundo, y el comercio de alimentos para animales es su propulsor. Sin el comercio mundial de cultivos alimentarios insostenibles para animales, la agricultura industrial se desmoronaría. Es por eso que estamos utilizando la evidencia de esta importante investigación para pedir el fin de las granjas industriales y un mayor bienestar animal en los sistemas agrícolas y alimentarios del siglo XXI.
Letrero que indica una reserva legal en una granja cerca de una comunidad indígena. Las comunidades indígenas han venido sufriendo amenazas y violencia por parte de hombres armados contratados por grandes terratenientes y acaparadores de tierras. Imagen de World Animal Protection/Réporter Brasil/Fernando Martinho.
No hay futuro en las granjas industriales
World Animal Protection y Repórter Brasil han transmitido sus conclusiones a JBS, la última evidencia de una larga serie de irregularidades por parte de la empresa. El mes pasado, World Animal Protection se unió a una coalición que insta a la Comisión de Bolsa y Valores a bloquear la oferta pública inicial de la compañía en Estados Unidos o investigar las afirmaciones en el prospecto de JBS.
Mills añadió:
Los compradores necesitan saber más sobre empresas ávidas de ganancias como JBS para poder tomar decisiones bien informadas cuando compran alimentos y denunciar a los proveedores involucrados en la crueldad y la destrucción.
Lee el informe completo:
Investigación de Estudio de Caso X.
Fotografía: Fernando Martinho/Repórter Brasil
La investigación encontró que JBS compró grano a través de un comerciante (Bunge) a un agricultor que registró tierras comunitarias vecinas como propias en el amenazado ecosistema del Cerrado en Brasil. En esta región, las granjas deben mantener el 20% de su tierra para conservación. Pero para compensar la tierra que han "perdido", agricultores sin escrúpulos reclaman tierras públicas para reservarlas para su conservación y permitirles plantar la mayor cantidad de grano posible para obtener ganancias en las tierras agrícolas existentes.
Nuestra investigación rastreó la venta de cultivos de soya por parte del Agricultor X a la planta trituradora del comerciante de cereales Bunge, que luego fue transportada a una planta de piensos de JBS Seara en Feira de Santana.
En la planta trituradora de soya de Bunge, en Luis Eduardo Magalhães, en Bahía, un empleado confirmó que el grano llegó de la finca en cuestión “durante toda la temporada de cosecha”. Además, un camionero también informó haberlo transportado desde la finca hasta ese lugar. Un empleado de la planta de Bunge en Luís Eduardo Magalhães y camioneros confirmaron que esta unidad suministra soya a la planta de JBS Seara en Feira de Santana, en Bahía.