Investigamos cómo el comercio de vida silvestre vuelve posterior al confinamiento y los cierres en los mercados de Perú. Encontramos una industria cruel que prospera y que está infligiendo un gran sufrimiento a los animales amazónicos y poniendo en riesgo la vida de las personas.
A pesar de los claros vínculos entre el Covid-19 y los mercados que venden animales silvestres, y el consejo de la ONU de prohibir estas actividades, la vida silvestre se vende de nuevo de forma generalizada e ilegal en los mercados reabiertos después del cierre en Iquitos, Perú.
El informe de nuestros investigadores, 'Un Negocio Riesgoso: Como los mercados de vida silvestre del Perú ponen en riesgo a las personas y los animales', se enfoca en el mercado de Belén. Este es el centro de comercio de vida silvestre más grande de Perú, que estuvo cerrado durante la mayor parte de los cierres del 2020-2021 para detener el avance de la pandemia de Covid-19.
Los hallazgos de nuestro informe describen cómo, desde la reapertura de Belén, más de 200 especies de animales silvestres amazónicos han sido y continúan siendo vendidas ilegalmente, principalmente para carne, medicinas, adornos y mascotas.
Los animales a la venta incluyen jaguares, manatíes, perezosos, monos, tortugas, carpinchos, tapires, delfines de río y guacamayos. De manera alarmante, nuestros investigadores notaron que alrededor de una de cada diez de las especies que se registraron en el mercado de Belén están en peligro de extinción.
Miles de animales silvestres sufren en mercados de Perú
Todos los animales silvestres involucrados en el comercio en Belén soportan una crueldad desgarradora, explica Gilbert Sape, Director de Campañas de Vida Silvestre de World Animal Protection.
Desde ser arrebatados de la naturaleza hasta su brutal matanza o el encarcelamiento de por vida en una jaula, no hay finales felices para estos animales.
También destaca cómo los mercados juegan con la salud humana:
Los animales vivos hacinados en jaulas sucias donde sus sistemas inmunológicos están comprometidos y los cadáveres de animales sin tratar representan un grave riesgo para la salud. Belén y otros mercados como este actúan como una placa de Petri para que las enfermedades se desarrollen y se propaguen por todo el mundo.
El comercio de vida silvestre en Iquitos está impulsado principalmente por la demanda de los consumidores urbanos, pero no se debe ignorar su parte en la industria global legal e ilegal en expansión que vale miles de millones de dólares. La pandemia de Covid-19 ha arrojado una luz clara sobre los riesgos que plantean los mercados de vida silvestre. El origen de esta terrible pandemia está vinculado con un mercado de venta de vida silvestre en Wuhan, China, y ha infligido un daño social y económico global sin precedentes (un estimado de US $ 1 billón) y ha producido la muerte a más de cuatro millones de personas.
Gilbert amplía:
Aunque el comercio en Perú es principalmente nacional, está influenciado por los comerciantes internacionales de vida silvestre y la demanda de los consumidores de vida silvestre en otros lugares, particularmente en los países del G20. Por ejemplo, en Brasil hay demanda de tortugas de río, peces y pájaros cantores vivos y en China hay demanda de partes de jaguar para uso como medicina tradicional.
¿Recursos insuficientes para aplicar la ley de tráfico ilegal en Perú?
Nuestros investigadores encontraron que la aplicación de las regulaciones que afectan el comercio de vida silvestre en Belén es irregular y sin fondos suficientes. Aunque hubo presencia policial, fue solo en una sección del mercado donde la vida silvestre no se vendía mucho. Y solo uno de los nueve policías ecológicos ambientales que operaban en el mercado se ocupaba del comercio de vida silvestre. Un funcionario informó que la falta de recursos dificulta la aplicación de la ley e impide la actividad comercial.
Las conversaciones con los oficiales de vida silvestre y la policía en el mercado de Belén revelaron que las autoridades policiales peruanas estaban tratando de reprimir el comercio. Sin embargo, afirmaron que el monitoreo es un desafío. Esto se debe a que los vendedores de vida silvestre se mueven y venden constantemente; no suelen tener puestos fijos y operan en base a la oportunidad.
Alto riesgo de enfermedades zoonóticas en Perú
De manera inquietante, ninguna señalización alrededor del mercado buscaba despertar la conciencia del público sobre los riesgos (de salud pública, bienestar animal y conservación) o la legalidad de la actividad comercial de vida silvestre. En consecuencia, nuestros investigadores informaron que las personas que compraban y vendían ignoraban en gran medida los peligros que plantea un entorno propicio para la transmisión de enfermedades.
Los visitantes y los vendedores usaron máscaras faciales de manera inconsistente en todo el mercado y los vendedores manipulaban carne de animales silvestres (conocida a nivel local como carne de monte) y animales silvestres vivos sin guantes. Nuestros investigadores también informaron áreas donde no había separación entre los puestos que vendían productos de animales y plantas, los perros deambulaban libremente y el saneamiento era deficiente. Los desechos del mercado también fluían hacia el río cercano.
Comerciando con el peligro a través de fronteras en América del Sur
Iquitos es el principal centro de comercio de vida silvestre en la región nororiental de Perú. La vida silvestre se lleva ahí para la venta local o para el transporte y la venta a otras regiones y países vecinos, como Brasil y Colombia. La vida silvestre también se trafica a través de estas fronteras hacia Perú. La falta de recursos y de coordinación entre los organismos encargados de hacer cumplir la ley en estos países significa que el tráfico ilegal de vida silvestre a través de las fronteras está ocurriendo prácticamente sin control.
Pero la falta de cumplimiento en estas áreas no es del todo culpable del comercio, explica Gilbert:
La aplicación de las regulaciones del comercio de vida silvestre es muy difícil de implementar a la luz de una demanda tan alta. Esto se debe a que las leyes sólidas y los esfuerzos de aplicación en los "países de origen de primera línea" como Perú significan poco si no cuentan con el apoyo de otros países consumidores.
Detener el comercio ilegal de fauna silvestre y próximos pasos
Estamos pidiendo al gobierno peruano que aumente sus esfuerzos, a nivel nacional y local, para abordar el comercio de vida silvestre en Belén y otros mercados similares. Hacemos un llamado al público peruano para que evite comprar vida silvestre o productos derivados de la vida silvestre.
El gobierno también debería trabajar con las comunidades indígenas y locales en el Amazonas para abordar las fuentes de estos animales que ingresan a los mercados.
También pedimos a las personas de zonas urbanas que dejen de comprar animales silvestres o productos derivados de estos. Los animales silvestres no son alimento, medicina o mascotas exóticas. Su lugar es la naturaleza.
Finalmente, estamos pidiendo a todos los países del G20 que prohiban el comercio de vida silvestre y los productos derivados de vida silvestre, independientemente del propósito. Para respaldar esto, instamos a la ONU a desarrollar un acuerdo global que prohíba el comercio de vida silvestre y de los productos derivados.
El trabajo en el informe de Perú está respaldado por nuestras investigaciones y campañas globales que piden a los gobiernos de todo el mundo que prohíban el comercio global de vida silvestre y los productos derivados.
Lee el informe completo:
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