Los jaguares se han convertido en la nueva víctima del comercio de vida silvestre en Latinoamérica. Cientos son cruelmente cazados en Surinam, Sudamérica para alimentar la demanda de sus partes para la medicina tradicional en Asia.
Para capturar a los jaguares son utilizados perros de cacería. Estos persiguen a los felinos para que los cazadores puedan dispararles, empezando un proceso de lenta y dolorosa agonía. A pesar de que los jaguares heridos tratan de escaparse, estos terminan su destino siendo mordidos y lastimados por los perros de caza, mientras que los cazadores logran alcanzarlos para terminar finalmente con la vida de estos majestuosos felinos.
Una investigación de World Animal Protection reveló que los jaguares son usados de tres formas diferentes:
Pasta de jaguar
El cadáver del jaguar pasa por un proceso que tarda varios días donde se transforma al mayor felino de las Américas en una sustancia oscura parecida a una pasta pegajosa. Esta se coloca en pequeños recipientes para burlar la fiscalización y ser exportada de manera ilegal, siendo su principal destino Asia. Existe una creencia, sin ningún tipo de respaldo científico, que esta pasta mezclada con otros ingredientes, tratan la artritis, aumenta la vitalidad y expulsa las toxinas del cuerpo.
Dientes y garras
Los dientes de Jaguar son codiciados, y los investigadores encontraron dientes lisos y montados en oro, a la venta en las tiendas y puestos de Paramaribo, Captial de Surinam. Los precios varían en las tiendas de turistas, y dependen si se quieren montados en oro o solos.
Carne
En Surinam, algunas comunidades asiáticas a veces compran cadáveres de jaguar para comer carne, hacer sopa y, según los informes, incluso hacen vino de los huesos. Los penes de Jaguar también son muy buscados ya que se cree que aumentan la virilidad.
Para proteger a los jaguares debemos acabar con el comercio de vida silvestre
Los jaguares, leones, y otros grandes felinos, así como millones de animales silvestres son víctimas del comercio internacional de fauna silvestre, que los trata como mercancías en lugar de seres sintientes.
Todos los días, miles de animales silvestres son cazados, criados, vendidos y traficados en todo el mundo generando ganancias de miles de millones de dólares: para alimentos, mascotas, medicina tradicional y entretenimiento.
Las horribles condiciones en que son comercializados causan un sufrimiento inimaginable para cada animal involucrado. También potencial criadero de enfermedades zoonóticas, lo que lleva a brotes como el SARS y ahora el COVID-19.
Para proteger a los jaguares, la vida silvestre, las personas y el planeta, es necesario acabar con el cruel comercio de vida silvestre para siempre.
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