Las granjas industriales son una de las mayores fuentes de sufrimiento animal del planeta. Te contamos en qué consisten estos sistemas de producción y por qué tenemos que ponerles fin.
De los más de 70 mil millones de animales de granja que se crían anualmente, 50 mil millones de ellos pasan sus vidas en granjas industriales. Sufren vidas cortas y miserables en condiciones tan horribles que a menudo les impide tener comportamientos naturales como explorar y jugar, compartir con sus crías o incluso acostarse cómodamente. Entonces, ¿qué son las granjas industriales y por qué deben terminar?
¿Qué es la producción intensiva?
Las granjas industriales son un sistema que se basa en criar grandes cantidades de animales, principalmente en interiores, en condiciones destinadas a maximizar la producción a un costo mínimo. Esto es la producción intensiva: cría a gran escala y confinada de animales como cerdos, vacas y aves. Entonces, cuando hablamos de granjas industriales nos referimos a sistemas de producción animal intensiva.
¿Las granjas familiares son granjas industriales?
Muchas granjas industriales en el mundo son de propiedad familiar. Estas familias a menudo están endeudadas y por lo que se asocian a las corporaciones multinacionales que demandan grandes cantidades de productos animales. Esto no deja a los agricultores más remedio que recurrir a la producción intensiva.
Los animales en las granjas industriales tienen poco espacio
Las granjas industriales son la mayor fuente de sufrimiento animal en el planeta. Al tener millones de animales en jaulas y espacios tan pequeños que no pueden darse la vuelta, extenderse o realizar otros comportamientos naturales, la cría intensiva tiene como objetivo maximizar las ganancias afectando directamente el bienestar animal.
Las cerdas reproductoras en las granjas industriales están continuamente confinadas en jaulas no más grandes que un refrigerador, a menudo obligadas a vivir en pisos de concreto. Estos animales padecen sufrimiento psicológico, tienen un mayor riesgo de enfermar, presentar debilidad muscular o lesiones y no pueden darse la vuelta ni acostarse cómodamente. El ex portavoz de National Pork Producers, Dave Werner, dijo con desprecio:
“Sí, nuestros animales no pueden darse la vuelta durante los dos años y medio que están en los establos produciendo lechones. No sé quién le preguntó a la cerda si quería darse la vuelta…”
Investigaciones encubiertas en granjas industriales han encontrado animales abatidos en jaulas, mordiendo a causa del aburrimiento los barrotes que los rodean y una prevalencia de llagas u otras lesiones en la piel como resultado del continuo contacto con superficies duras.
¿Cómo es la vida de un animal en una granja industrial?
Cuando los animales de granja son tratados como productos, sus vidas son miserables.
Debido a su gran tamaño y rápida tasa de crecimiento (los animales de granjas industriales se han criado específicamente para producir más carne en un período de tiempo más corto), muchos pollos en granjas industriales sufren heridas en la piel, cojera dolorosa y presentan corazones y pulmones débiles antes de ser sacrificados.
Además, los animales que se utilizan como alimento suelen sufrir dolorosas mutilaciones (a menudo sin el uso de anestesia) en las granjas industriales. A los lechones se les corta la cola y los dientes para evitar que se lastimen entre sí. Las gallinas tienen sus picos llenos de terminaciones nerviosas sensibles, pero sus picos son cortados o cruelmente mutilados momentos después de nacer. A las vacas se les quitan los cuernos y en algunas ocasiones también se les suele cortar la cola.
Debido a que las condiciones en una granja industrial son tan espantosas, los animales de granja reciben una dosis diaria de antibióticos para ayudar a combatir las enfermedades que pueden contraer dentro de las granjas industriales. La mayoría de todos los antibióticos de importancia médica que se venden en el mundo son también usados en animales. Su uso rutinario en animales de granja esta generando bacterias resistentes a los antibióticos, también conocidas como superbacterias, que pueden transmitirse a las personas.
Tú puedes hacer un cambio
- Reduce tu consumo de carne y lácteos y elige opciones de proteína sostenibles y a base de plantas.
- Exige el fin de la cría intensiva y las granjas industriales para siempre.
- Pide una transición justa de la producción animal, para lograr que sea de menor escala y mayor bienestar.
- Si decides consumir carne, hazlo en lo posible de alto bienestar. Mira esta guía.
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Las granjas industriales se basan en sistemas que priorizan la cantidad a la calidad. Uniéndonos podemos terminar con estos crueles e insostenibles sistemas.